EL PODER MENTAL

En los rituales y trabajos mágicos que realicemos no son las bellas palabras lo que hace que funcionen, ni las herramientas que usamos. Estas solo son vehículos para canalizar el verdadero poder, en que reside dentro de cada uno de nosotros.



Por ello es muy importante ser capaz de tener tu mente en el estado adecuado a la hora de relazar cualquier actividad mágica. Debemos aprender a canalizar nuestra energía.

Tanto para hacer rituales como trabajos mágicos, la mente debe alcanzar un estado de relajación. Esta relajación nos ayudara a pensar con más claridad y a concentrarnos en lo que hacemos para que nuestra mente no se disperse con los problemas que nos aquejan en nuestra vida diaria.

Estos estados de conciencia se pueden adquirir con técnicas de relajación, visualización, y canalización de energías.

Todo conocimiento se adquiere no solo leyendo su técnica o teoría si no con la practica habitual de dichas técnicas.

La idea es daros la técnica y proponeros ejercicios que deberéis intentar realizar a diario. Al principio tanto la relajación como la visualización etc. no la podreis realizar largo rato; pero con la práctica no solo podréis retener ese estado durante el tiempo que decidáis, si no que llegareis a dicho estado con mucho menos esfuerzo y mayor rapidez.


Técnicas de Relajación y Visualización


Hay innumerables técnicas para ejercitar la meditación y la visualización. Aqui os proponemos una de ellas para que practiqueis habitualmente. Os ayudará a relajaros y aumentará vuestras capacidades de visualización.

TÉCNICA DE RELAJACIÓN Y VISUALIZACIÓN

1. Encenderemos una vela. La llama deberá estar a la altura de los ojos y a una distancia prudencial. Se utiliza una llama por que es el símbolo universal de la luz, y la luz es amor, la esencia de nuestro ser.

2. Adoptaremos una postura que nos resulte cómoda, siempre con la espalda recta. Las manos deberán acomodarse en el regazo.

3. Repetir mentalmente afirmaciones positivas, por ejemplo "Estoy cada vez màs tranquilo, calmado....."."Me relajo a voluntad. Yo soy el dueño de mi cuerpo. Yo domino mi cuerpo y mi mente”

4. Ahora debemos mirar la llama fijamente. Esto nos puede llevar unos pocos minutos, dependiendo de nuestra habilidad de concentrarnos. El objetivo es grabarnos la imagen de la llama en nuestra mente.

5. Cerramos los ojos, con la llama firmemente grabada en nuestra mente, la llevamos lentamente en nuestra imaginación hacia el interior de nuestra cabeza. La hacemos bajar iluminando el interior de nuestros ojos y purificándolos, luego hacia el interior de nuestra nariz, nuestros oídos, luego hacia nuestra boca, siempre iluminando nuestros órganos y purificándolos, sanándolos. Luego hacia nuestra garganta, bajando lentamente por los pulmones hacia el corazon, allí descansará la llama e iluminará nuestro corazón con una luz muy blanca y brillante.

6. Después dividiremos la llama en dos y la dirigiremos hacia nuestras manos, iluminando y purificando. La hacemos regresar y dirigirse hacia nuestras piernas y pies. Luego dirigiremos nuevamente la llama hacia el corazón.

7. Comenzamos a tratar de relajar más aún nuestra mente, intentando no pensar en nada. No debemos luchar contra los pensamientos que aparezcan, sino observarlos calladamente y dejarlos ir.

Repetir este ejercicio habitualmente, nos proporcionará un cierto dominio sobre nuestro poder mental, además de relajarnos y aumentar nuestra paz interior.