Actualmente vivo y cumpliendo condena, Joaquín Ferrándiz era un empleado modelo de una aseguradora, alto, bien parecido, con estudios y siempre vestido con total corrección.
Esperaba a que sus víctimas se desnudaran, o las desnudaba él tras someterlas a golpes. Luego las estrangulaba para sentir la excitación que le daba matar.
El número total de víctimas fueron 5 mujeres, 2 se salvaron por muy poco.
Actuó en los años 1995 y 1996. Tras esa fecha tuvó 2 intentonas fallidas, que fueron las que llamaron la atención de la policía.